Procedimiento del ultrasonido de la próstata

Procedimiento del ultrasonido de la próstata (HIFU)
La lógica detrás del ultrasonido de la próstata parece relativamente simple, apuntando a partes cancerosas predeterminadas del órgano y evitando el tejido no afectado; sin embargo, su ejecución es un poco más complicada.
Es difícil predecir el desarrollo clínico individual de un paciente o la progresión del cáncer. La selección del paciente adecuado tiene en cuenta factores como el antígeno prostático específico (PSA), los hallazgos histopatológicos de la biopsia, la resonancia magnética multiparamétrica, la esperanza de vida y la preferencia del paciente, que es lo más importante.
Una vez seleccionado, sigue siendo difícil localizar, visualizar y caracterizar regiones importantes del tumor y orientar con precisión esa región con la modalidad de ablación más adecuada. Finalmente, después de la terapia tópica, es difícil evaluar su eficacia interpretando los resultados de PSA, las imágenes y las biopsias durante el seguimiento.
A pesar de estos y muchos otros desafíos, algunas terapias de ablación ya están aprobadas por la FDA para el tratamiento del cáncer de próstata, mientras que muchas otras están actualmente investigando la tecnología en ensayos de etapa inicial.
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Introducción
El ultrasonido de la próstata (HIFU) es un tratamiento mínimamente invasivo para el cáncer de próstata localizado. La técnica se desarrolló originalmente para tratar toda la glándula y puede repetirse en caso de fracaso. La comunidad urológica ha mostrado un interés creciente en HIFU debido a su eficacia en la destrucción del tejido prostático y sus efectos secundarios limitados. El ultrasonido HIFU induce necrosis por coagulación tumoral con bordes precisos. Puede destruir una pequeña cantidad de tejido dentro de la glándula y tiene un efecto limitado en el tejido circundante.
Principios físicos
HIFU convierte la energía de las ondas de ultrasonido (US) en calor, lo que da como resultado una necrosis coagulativa inmediata e irreversible con límites claros en el nivel objetivo. El principio básico del ultrasonido de la próstata se basa en la generación de ondas ultrasónicas emitidas por transductores de alta potencia capaces de alcanzar intensidades superiores (100-10.000 W/cm2) a las utilizadas en los diagnósticos tradicionales y su capacidad de ser guiados sin necesidad de afectar el tejido circundante. HIFU para cáncer de próstata es generado por transductores piezoeléctricos. El transductor tiene una configuración parabólica que enfoca las ondas de sonido en un punto focal fijo.
Las características del área de tratamiento en cuanto a su tamaño y forma dependen de algunas variables: La configuración geométrica del transductor, la intensidad del sonido promediada en el tiempo y la absorción del tejido objetivo.
El efecto de ablación tisular de HIFU se basa en dos mecanismos principales: Térmico y mecánico. Debido a que el haz de las ondas de ultrasonido, se concentra en una pequeña área de tejido, crea la mayor tensión en ese punto focal. Esta presión de sonido crea movimiento del tejido, lo que resulta en pérdida de energía, conversión en calor, elevando la temperatura por encima de los 60 °C y provocando la desnaturalización de las proteínas y la necrosis del tejido a través de la coagulación. El daño térmico más allá del rango terapéutico se minimiza debido a una caída significativa de energía fuera del área focal.
A pulsos sónicos de mayor intensidad, pueden ocurrir efectos mecánicos, caracterizados por la interacción del ultrasonido con micro-burbujas de agua, que se colapsan debido a la compresión y expansión alternas, lo que finalmente lleva a la dispersión de energía y la subsiguiente ablación del tejido, un efecto de esta cavitación.
Proceso
El Ultrasonido de la próstata se realiza por vía transrectal en decúbito lateral derecho bajo anestesia general. Se realiza un enema la noche anterior y se administran antibióticos de forma profiláctica antes de la cirugía. Se coloca una sonda de Foley para evitar retención urinaria postoperatoria.
La próstata se escanea con la sonda de ultrasonido. El operador define el contorno de la próstata y delinea la lesión sospechosa a tratar en la imagen de resonancia magnética. Los bordes de la próstata se definen en imágenes en vivo obtenidas usando la sonda transrectal del dispositivo.
El software realiza automáticamente una «fusión elástica» de los dos volúmenes definidos, lo que da como resultado una coincidencia tridimensional (3D) perfecta del volumen de RM con el volumen de la próstata. La misma fusión 3D se aplica a áreas sospechosas encontradas previamente en MRI y/o biopsia de fusión
En conclusión
En pacientes con Cáncer de Próstata seleccionados, la terapia HIFU tópica puede considerarse un tratamiento mínimamente invasivo. Los resultados oncológicos del HIFU focal parecen prometedores como estrategia principal, lo que aumenta las expectativas de datos estables en el seguimiento a largo plazo. Los pacientes con enfermedad de riesgo bajo a intermedio pueden tratarse de manera segura con ablación selectiva de áreas cancerosas, lo que garantiza buenos resultados funcionales y baja morbilidad. El ultrasonido de la próstata de rescate local parece ser un tratamiento efectivo para la recurrencia después de la radioterapia, asegurando resultados oncológicos comparables con otras modalidades de tratamiento y una tasa de morbilidad más baja.