¿Qué es la cistoscopia?
La cistoscopia ¿Qué hace este procedimiento?
El procedimiento endoscópico llamado cistoscopia o uretrocistoscopia es una técnica diagnóstica de gran ayuda, permite la evaluación de la uretra, el cuello de la vejiga, el interior de la vejiga y la próstata para identificar diversas patologías urológicas, incluyendo tumores, cálculos, cistitis, malformaciones o estenosis, entre otras.
Este procedimiento mínimamente invasivo consiste en insertar con cuidado el uretrocistoscopio a través de la uretra hasta que llegue a la cavidad de la vejiga para buscar posibles anomalías que se encuentren en toda la vejiga. Se utiliza anestesia local durante este procedimiento mínimamente invasivo, que se lleva a cabo con la vejiga llena.
Mientras se lleva a cabo el procedimiento, pueden realizarse otros procesos, como la extracción de cuerpos anormales o una biopsia de lesiones vesicales.
El paciente puede experimentar molestias al orinar después de esta prueba, y es posible que incluso haya algo de sangre presente en la orina. Pero, por lo general, estos solo duran un día como máximo.
Debido a que la cistoscopia puede resultar en una infección, el especialista puede recomendarle al paciente que tome un antibiótico para hacerlo.
¿Cómo es el procedimiento?
La cistoscopia generalmente se realiza durante la consulta, aunque también se puede realizar en el quirófano.
Todo lo que se requiere es una camilla, un cistoscopio y una pantalla para que el paciente y el urólogo puedan ver lo que ve la cámara a medida que viaja a través de la uretra, la próstata y la vejiga.
Los pasos son muy fáciles de seguir.
Todo buen urólogo debe comenzar por tranquilizar al paciente y guiarlo paso a paso a través de la progresión de la prueba.
El paciente debe colocarse en posición vertical.
A través del orificio uretral inyectamos anestesia local en forma de gel.
Al introducir gradualmente la cámara, que también exhala una solución fisiológica (que parece ser agua) desde el final, podemos ver claramente la anatomía que se debe evaluar y que podemos ver a través de la pantalla.
¿Cuánto tiempo dura?
El tratamiento en sí no suele durar más de 5 minutos.
La prueba completa puede tomar hasta 10 minutos una vez que el paciente está acostado en la camilla, después de que se le haya explicado el procedimiento y se le haya dado anestesia local.
¿Qué tan riesgosa es?
Los riesgos de una cistoscopia son insignificantes o inexistentes, sobre todo si la realiza un especialista.
La mayoría de los pacientes suelen experimentar un síndrome de micción irritante, que incluye un leve escozor y molestias al orinar en las horas posteriores a la prueba. Este síndrome generalmente desaparece con el uso de un analgésico tradicional.
Incluso la hematuria leve (sangre en la orina) puede desarrollarse ocasionalmente y desaparecer por sí sola.
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Por último, pero no menos importante, una proporción muy pequeña de pacientes puede experimentar una infección del tracto urinario como resultado de la manipulación requerida para la cistoscopia. Como se mencionó anteriormente, esto ocurre con poca frecuencia, y es más común en aquellos que tienen una predisposición particular.
En cuanto al riesgo de infección, es necesario llamar la atención sobre el hecho de que ni los estudios publicados ni las guías urológicas europeas o españolas sugieren el uso preventivo de antibióticos antes de realizar una cistoscopia. Debes estar atento a los síntomas y solo tratar si se manifiesta una infección.
¿Qué sigue?
La cistoscopia puede hacer que te sientas un poco incómodo en el área urinaria. Puedes relajarte sabiendo que este malestar no durará y no tendrá ningún efecto más allá del simple malestar.
Por otro lado, dado que la cistoscopia no requiere hospitalización, una estancia breve, o un período de recuperación posterior a la misma, podrás retomar tus actividades normales tan pronto como finalice la prueba.
¿Pueden hacerlo tanto hombres como mujeres?
El tracto urinario inferior (no los genitales) se examina durante una cistoscopia. La uretra y la vejiga son compartidas por ambos sexos, a excepción de la próstata, por lo que si es un procedimiento que se realiza tanto a hombres como a mujeres.
Es decir, tanto hombres como mujeres pueden desarrollar cáncer de vejiga, una infección urinaria o un cálculo en el tracto urinario que debe extraerse mediante un procedimiento cistoscópico.
Variaciones y tipos de cistoscopia.
Cistoscopio rígido.
Los cistoscopios solían ser muy rígidos. Debido a la dificultad de movilizar estos instrumentos quirúrgicos a través de la vía urinaria y a la necesidad de colocar a la paciente en la camilla en posición ginecológica para acceder a la vejiga, cada vez son menos frecuentes.
Cistoscopio adaptable.
Actualmente, los cistoscopios flexibles, que son más delgados, causan menos trauma y brindan una mejor vista de la vejiga y otras estructuras anatómicas, estos constituyen a la mayoría de los cistoscopios en uso.
Cistoscopios ópticos y de video.
Actualmente se utilizan dos tipos de cistoscopios, y se pueden distinguir en función de la tecnología.
Los cistoscopios ópticos, que son distintos de los que tienen cámaras integradas.
Los cistoscopios de video que tienen la cámara integrada en el dispositivo y proporcionan una calidad de imagen más alta.
Sin duda, el avance tecnológico que brindan los cistoscopios de video es sorprendente y ayuda a prevenir errores de diagnóstico.
[…] cistoscopía implica la inserción de un tubo delgado y flexible a través de la uretra para examinar […]