¿Qué es una disuria y qué la provoca?
¿Qué es una disuria y qué la provoca?
La disuria es provocada por la irritación de la uretra o el trígono de la vejiga. El ardor y la dificultad para iniciar la micción son causados por la inflamación o el estrechamiento de la uretra. La vejiga se contrae como resultado de la irritación del trígono, lo que resulta en una micción frecuente y dolorosa.
Las infecciones del tracto urinario inferior son una causa común de disuria, pero las infecciones del tracto urinario superior también pueden ser las culpables. El principal factor que causa la micción frecuente en las infecciones del tracto urinario superior es la capacidad de concentración deficiente de los riñones.
La causa de la disuria.
Aunque los trastornos perineales femeninos, como los de la vulvovaginitis o la infección por el virus del herpes simple, pueden causar dolor cuando se exponen a la orina, la disuria generalmente es causada por la inflamación de la uretra o la vejiga. Aunque los trastornos inflamatorios no infecciosos ocasionalmente causan casos de disuria, las infecciones representan la mayoría de ellos Los pacientes que consumen ciertos alimentos o bebidas pueden experimentar polaquiuria o disuria. El alcohol, la cafeína y los alimentos ácidos (como los cítricos) son ejemplos de irritantes comunes.
Las causas más frecuentes.
- Cistitis intersticial.
- Una uretritis relacionada con una infección de transmisión sexual.
Tal vez te pueda interesar: ¿Qué es la tricomoniasis? (Síntomas)
Su evaluación.
Historial de la enfermedad: La duración de los síntomas y si ocurrieron alguna vez en el pasado. Fiebre, dolor de espalda o flanco, secreción uretral o vaginal y signos de obstrucción de la vejiga (dificultad para comenzar a orinar, goteo posmiccional), así como irritación (pollaquiuria o urgencia) son síntomas acompañantes significativos.
Se debe preguntar al paciente sobre las características de cualquier otra secreción, como si es espesa y purulenta o acuosa y líquida, así como si la orina es sanguinolenta, turbia o de olor desagradable.
El médico también debe preguntar si el paciente ha tenido recientemente una actividad sexual sin protección, si se le aplicaron irritantes potenciales en el perineo, si se sometió a una instrumentación urinaria reciente (como una cistoscopia, un cateterismo o una cirugía) o si podría estar embarazada en el caso de una mujer en edad fértil.
Se deben utilizar herramientas y sistemas de examen para buscar signos de una posible causa, como diarrea (artritis reactiva), trastorno del tejido conectivo, irritación de los ojos y dolor de espalda o de las articulaciones. También es necesario revisar las sustancias que pueden exacerbar los síntomas y los alimentos.
Se debe revisar el historial del paciente en busca de infecciones previas del tracto urinario (incluidas las que ocurrieron cuando era joven) y cualquier anomalía conocida del tracto urinario, como antecedentes de litiasis renal.
Indicaciones de advertencia.
Los hallazgos particularmente significativos incluyen:
- Fiebre.
- Incomodidad de la espalda baja o dolor.
- Tracto urinario instrumentado.
- Inmunidad comprometida.
- Incidentes recurrentes, incluidas infecciones frecuentes en niños.
- Anormalidades del tracto urinario conocidas.
Discusión de los resultados.
Algunos hallazgos son muy sugerentes. Las mujeres jóvenes en buena salud que experimentan la micción frecuente y la irritación de la vejiga tienen más probabilidades de tener cistitis.
Una posible ETS se indica mediante la secreción uretral o cervical. La secreción delgada y acuosa es típicamente no gonocócica, mientras que la secreción gruesa y purulenta es típicamente de origen gonocócico. Las infecciones por el virus del herpes comúnmente causan vaginitis y lesiones ulcerosas que son fácilmente evidentes.
La sensibilidad alta en la próstata y el epidídimo en los hombres son síntomas de prostatitis y epididimitis. Incluso si no pueden usarse para diagnosticar, los síntomas adicionales siguen siendo útiles. Las mujeres que exhiben síntomas de vulvovaginitis, por ejemplo, también pueden sufrir un absceso uretral u otra causa de disuria. En los ancianos, un diagnóstico de infecciones urinarias basadas únicamente en los síntomas es menos confiable.
En pacientes con señales de advertencia, los síntomas relacionados con la infección son más preocupantes. Puede estar presente una fiebre relacionada con la pielonefritis y el dolor lumbar. Un historial de infecciones urinarias recurrentes o de debilidad del sistema inmune puede elevar la posibilidad de una anomalía anatómica subyacente.
[…] dolor al orinar, también conocido como disuria, es un problema frecuente que afecta tanto a hombres como a mujeres de todas las edades. Puede […]