¿Quiénes son aptos para la cirugía con Ultrasonido prostático? (HIFU)
¿Quiénes son aptos para la cirugía con Ultrasonido prostático? (HIFU)
El Ultrasonido prostático localizado (HIFU) utiliza energía de ultrasonido u ondas de sonido para calentar y destruir áreas específicas del tejido de la próstata. Esto se logra mediante la introducción de una sonda de terapia guiada por un brazo robótico en el recto del paciente. La sonda adquiere imágenes de ultrasonido de la próstata y permite al urólogo destruir selectivamente toda la próstata o el área de la próstata donde se encuentra el tumor.
Durante el tratamiento con HIFU, las ondas sonoras atraviesan el tejido sano (la pared rectal) sin dañarlo. Sin embargo, en el punto focal de las ondas de sonido (como una lupa que enfoca los rayos del sol para quemar una hoja), la temperatura puede subir a 90 grados centígrados, destruyendo el tejido objetivo.
Ventajas del tratamiento con ultrasonido prostático en comparación con los tratamientos tradicionales contra el cáncer de próstata:
- El tratamiento dura un máximo de tres horas.
- Realizado como un procedimiento ambulatorio o de hospitalización bajo anestesia espinal 24 horas
- La recuperación es en muy poco tiempo
- Los pacientes generalmente se recuperan a las pocas horas de la cirugía y vuelven a su vida normal a los pocos días.
- Estudios internacionales han demostrado que HIFU se asocia con tasas más bajas de disfunción eréctil e incontinencia urinaria, similar a técnicas de tratamiento del cáncer de próstata localizado
¿Quiénes son candidatos para el tratamiento HIFU?
El tratamiento con ultrasonido prostático HIFU es más efectivo para los hombres con cáncer de próstata localizado en etapa temprana que no se ha propagado fuera de la próstata. Se recomienda que discutas tu historial médico con tu urólogo para confirmar tu idoneidad para el tratamiento con HIFU.
Muchos pacientes que han recibido radioterapia externa tienen un PSA (Antígeno prostático específico) elevado y la biopsia revela que el cáncer podría regresar. Estos pacientes también pueden ser candidatos para la terapia HIFU. También, algunos pacientes con recurrencia local del cáncer de próstata después de una prostatectomía radical pueden ser candidatos el tratamiento con ultrasonido prostático.
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Entonces, ¿Quién puede recibir el tratamiento?
- Hombres cuyo cáncer de próstata está localizado y no se ha propagado.
- Próstatas pequeñas a medianas (menos de 30-50 gramos)
- Tratamiento de rescate del cáncer recurrente después de radioterapia o cirugía.
- Si el paciente no es apto para otros tipos de tratamiento.
- Pacientes que actualmente reciben vigilancia activa
Se puede realizar en pacientes con disuria (resección transuretral relacionada) y en pacientes a los que se les ha realizado resección de adenoma. Si se encuentran lesiones tumorales residuales en las biopsias de control, el tratamiento HIFU con ultrasonido urológico puede repetirse meses o años después del primer tratamiento. Si eso falla, se puede recurrir a otras modalidades de tratamiento (radioterapia externa, cirugía radical, crioterapia). Además, la terapia HIFU se puede utilizar como tratamiento de recuperación para pacientes con recurrencia local después de la radioterapia de haz externo. Los equipos de última generación permiten que el tratamiento se adapte con precisión a la extensión del cáncer en la glándula, ya sea como primera opción o debido a la recurrencia después de la radioterapia:
Tratamiento global de tumores bilaterales, tratamiento de un solo lóbulo prostático para tumores unilaterales (hemi resección), tratamiento local guiado por un sistema de fusión elástica entre resonancia magnética (RM) y ecografía perioperatoria del tumor (limitada al área tumoral).
¿Cómo se realiza?
Por lo general, se realiza en dos procedimientos, ya sea en el mismo procedimiento (en pacientes con próstatas pequeñas) o en dos procedimientos separados (en pacientes con próstatas grandes). La hiperplasia benigna del tejido de la próstata se elimina primero con un endoscopio dentro de los 30 minutos. Este paso generalmente se realiza con un láser verde porque elimina este tejido de manera muy efectiva con un riesgo mínimo de sangrado o complicaciones. Luego se coloca al paciente en la mesa del tratamiento con ultrasonido prostático y se inserta una sonda para destruir el tumor.
Complicaciones
El tratamiento HIFU no es invasivo y en condiciones favorables preserva los nervios responsables de la potencia. Además, el procedimiento no daña los músculos que controlan la función urinaria. Aunque algunos estudios han mostrado bajas tasas de disfunción eréctil e incontinencia después de HIFU, los pacientes deben discutir todos los efectos secundarios y complicaciones con su médico antes del recibir el tratamiento.